Cuánto gana una hostess: ingresos y salarios en diferentes países
El papel de la hostess hace tiempo que dejó de ser misterioso o estar cargado de estereotipos innecesarios. Es una profesión para chicas que no solo les permite ganar dinero, sino también viajar por el mundo, conocer gente de diferentes países y adquirir una valiosa experiencia. En esencia, a las hostesses se les paga por socializar: una chica (o chico) acompaña a los invitados a clubes, bares, exposiciones, eventos y pasa tiempo con ellos para que se sientan cómodos y atendidos. No tiene ninguna relación con el escort ni con los servicios íntimos — son cosas completamente distintas.
Pero, ¿cuánto gana realmente una hostess? Vamos a verlo con más detalle.
Ingresos medios de una hostess
El salario de una hostess depende del formato de trabajo. Normalmente la remuneración se compone de dos partes: un salario fijo y un porcentaje de las bebidas que pidan los clientes. En algunos sitios se paga por hora, en otros por cada bebida, o por un tiempo determinado de compañía.
Si hablamos de cifras aproximadas, una hostess principiante en un club puede ganar entre 1.200 y 1.700 USD al mes. Las chicas más experimentadas y sociables ganan de 2.000 a 3.500 USD o incluso más. La diferencia es muy amplia y depende totalmente del nivel de implicación, la apariencia, el estado de ánimo y la capacidad de generar simpatía en los invitados. Una chica puede ganar solo lo justo para el taxi de vuelta a casa, mientras que otra puede recibir grandes propinas.
Cuánto gana una hostess en el extranjero
Las diferencias entre países son significativas. En algunos países europeos como Italia y Grecia, los salarios suelen situarse entre 1.500 y 2.500 EUR al mes. En Italia, el público es en su mayoría adulto y la competencia en grandes ciudades como Roma o Milán es bastante alta.
En Asia hay sus propias particularidades. En China, por ejemplo, el contrato mínimo suele ser de seis meses. Si la chica decide dejar el trabajo antes de tiempo, tendrá que pagar una penalización. Pero si todo va bien, se pueden ganar 2.000–4.000 USD al mes.
Oriente Medio también es un destino popular. En Dubái o Abu Dabi, las hostesses tienen un salario mínimo garantizado de 2.000 USD, pero gracias a las propinas su ingreso puede superar fácilmente los 5.000 USD mensuales. Eso sí, los estándares de apariencia y comportamiento son mucho más estrictos.
Ingresos en eventos internacionales
Otra opción es trabajar en eventos, exposiciones, competiciones deportivas o festivales. Las funciones aquí son distintas a las de un club: suelen representar marcas, recibir a los invitados, ayudarles a encontrar su sitio o asistir en el área de información. El pago suele ser por hora: 15–30 EUR por hora en Europa y 20–50 USD por hora en EE. UU.
De qué depende el salario de una hostess
El factor principal es la propia chica. Sí, el salario base y las comisiones son importantes, pero el carisma y la habilidad para conectar con los invitados influyen mucho más en el ingreso final. Los factores clave son:
- Apariencia y estilo: maquillaje cuidado, cabello bien arreglado, vestuario pensado.
- Sociabilidad: disposición a iniciar conversaciones con desconocidos.
- Actitud y energía: el invitado siempre se lleva una impresión emocional, por eso una sonrisa y actitud positiva son tan importantes como el físico.
- Experiencia: con el tiempo se aprende a leer el interés de los invitados y dirigir la conversación de forma natural.
- País y lugar de trabajo: en algunos sitios los invitados son generosos y abiertos, en otros más reservados.
Ventajas y desventajas de la profesión en términos de ingresos
La principal ventaja es la posibilidad de ganar dinero rápido: en un club puedes ganar el equivalente a un salario semanal en una sola noche. Otra ventaja es la oportunidad de viajar, conocer otras culturas y trabajar en distintos países.
Pero también hay desventajas. Los ingresos son inestables: hoy el club puede estar lleno, mañana casi vacío. En algunos países los contratos son muy estrictos y no se puede renunciar antes de tiempo sin pagar una penalización. Además, la carga emocional puede ser considerable — no todo el mundo puede soportar hablar con decenas de personas nuevas cada día.